Este artículo explora los actuales conocimientos sobre el desarrollo infantil y las consecuencias de la exposición al riesgo para los niños en los países de bajos y medianos ingresos, mediante la integración de la evidencia empírica de la economía del desarrollo con aportes de las disciplinas de las ciencias sociales.
Las habilidades psicosociales explican una proporción significativa del éxito de los individuos en el mercado laboral, pero se ha estudiado poco acerca del tipo de inversión que permite adquirir este tipo de destrezas.
Tanto las habilidades cognitivas como las no cognitivas (socio-emocionales) son importantes para comprender las oportunidades que tienen los niños y los resultados de aquellas en su adultez. Sin embargo, no es claro cómo se producen las habilidades no cognitivas y qué rol juegan las inversiones del hogar en este proceso. Motivado por las sugerencias de la literatura médica y el modelo de formación de habilidades propuesto por Cunha y Heckman (2007, 2008), este estudio emplea información longitudinal de niños en etapa de crecimiento -nacidos en países en desarrollo-, para estudiar el impacto de la nutrición temprana en el desarrollo de habilidades.
