Primero, el riesgo no es solo una característica de niñez “extraordinaria”, sino que es integral a la vida diaria y “cotidiana” de niños. Segundo, las respuestas a la adversidad por parte de los niños son influenciadas significativamente por consideraciones sociales y morales. Tercero, los niños participan activamente en la mitigación de los riesgos del hogar, y sus responsabilidades dependen de su historia de vida y factores sociales. Cuarto, las circunstancias cambiantes de los niños que viven en condiciones adversas les ofrecen nuevas oportunidades y desafíos. Las aproximaciones actuales, enfocadas en los denominados riesgos objetivos, ignoran las propias prioridades de los niños, así como sus experiencias subjetivas.
Publicado en: Children & Society, 2012.
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